Tuviste tiempo, para mirar más allá de lo que
tus ojos permiten.
Tuviste tiempo para crear, sin importarte los colores, sin limitarte a la forma..
Tuviste tiempo de correr el riesgo, aunque el
producto hubiese sido la equivocación.
Tuviste tiempo de transformar lo cotidiano de un día,
en mil noches de letras improvisadas.
en mil noches de letras improvisadas.
Tuviste tiempo, de tener tiempo.
Pero el tiempo, en su naturaleza, se
degenera a medida que se lo pronuncia,
para volver a nacer en la próxima exhalación...
Entonces, te das cuenta que NO HAY
UN TIEMPO, que no caminas sobre una línea
progresiva, sino que construis un tejido invisible de múltiples tiempos y
ritmos..
Que danzas sobre un espiral infinito,
y podrás bailar mientras la música persista.
Y que la estructura lineal y continua es un recurso
burdo del sistema,
para que lamentes luego no haber tenido tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario